de nuestras manos, vemos pasar los minutos,
aquellos que se niegan a darnos tregua o respiro
alguno...
Los días pasan dejándonos atrás, sin pena alguna a
continuar alejándose cada vez mas rápido de nosotros
convirtiéndose en una carrera entre la liebre y la
tortuga, incapaces de poder dar alcance a nuestros
sueños, nuestras ilusiones comienzan a diluirse,
dejando las mas increíbles fantasías atrás, lejos...
Donde las perdemos de vista.
Los días pasan, se alejan, nos separan de nuestros
deseos, hasta que logramos detenernos por completo.
El mágico instante donde conseguimos parar nuestro
mundo, nuestra mente y nuestra ansiedad de querer
vivir en el futuro pensando en el pasado conquistamos
al Dios Cronos y a sus mágicas ilusiones.
Detenernos por un instante y lograr convertir nuestra
pasión de nuevo en un fuego ardiente, que ilumine
hasta el mas lejano de nuestros recuerdos donde
archivamos los sueños pasados, reencontrar nuestra
verdadera inspiración, recordar donde nacían las
sonrisas mas puras y grandes que alegraban nuestro
espíritu.
Permitir a ese fuego ardiente volver a llenar nuestra
mirada de felicidad, de intensidad, de alegría por la
vida, por el aquí y el ahora... Conquistando de nueva
cuenta al tiempo y el espacio, creando una nueva
sensación refrescante de ir junto al tiempo, de avanzar
como cómplices, como eternos amigos que están para
alcanzar las estrellas mas lejanas.
Parar y perdonar nuestros errores es la manera en que
el Universo y Dios nos brindan el poder del aquí y el
ahora, de volver a comenzar de nuevo un capitulo de
nuestra extraordinaria vida... Con la bendición y gran
ventaja de tener la magia de tiempo a nuestro favor.
Joe Barrera
A veces fluir incluye caminos catárticos. A veces es necesario sentirse vacío para permitir que nuevas experiencias y enseñanzas nos llenen.
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